Intuir la intuición quizá pueda parecer un poco retórico, pero todavía muchas personas cuestionan que la intuición sea una habilidad innata de los seres humanos y disminuyen su validez porque la califican como esotería. Lo curioso es que la intuición es tan real como los sueños que tenemos al dormir. Por eso Carl Jung, el padre del psicoanálisis, sostenía que la intuición se relaciona íntimamente con el inconsciente. Es decir, sí está en todos y cada uno de nosotros.
Desde mi proyecto Wessolossky Coaching, me he propuesto motivar a que se reconozca el valor de la intuición como herramienta de autoconocimiento y sostengo que es la vía más directa hacia la autenticidad.
Supongamos que alguien te pregunta porque haces lo que haces o porque tomaste determinada decisión. La única manera de que tu respuesta sea honesta, es si ya has cruzado la puerta de entrada para descubrir tu ser interior. En caso contrario, habrás actuado o reaccionado siguiendo el condicionamiento del deber ser y cualquier respuesta que des a esas preguntas serán las mismas que den otras personas.
Es necesario disminuir el apego a lo tangible para poder soltar la ilusión de que nuestro cuerpo físico esta separado del cuerpo espiritual. Reconocer el don la intuición nos hace conscientes de que la realidad material representa el enfoque de manifestación de nuestro cuerpo espiritual, que es el estado natural del ser.
Cuando se acepta la perspectiva de que el alma o cuerpo espiritual, es lo que impulsa la vida en el cuerpo físico, entonces hay más posibilidad de recuperar la soberanía y poder personal.
Para vivir en plenitud solo necesitas tener más confianza en la verdad que sientes en tu cuerpo. Si quieres que te acompañe a lograrlo, contáctame haciendo clic aquí.
Ana María.